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FUNDAMENTACIÓN
EPISTEMOLÓGICA
La filosofía, debe plantear respuestas a los problemas
cotidianos, pues se considera que esta es la base del pensamiento crítico y científico y que debe apuntar al quehacer,
que ayude a dar significado y sentido a la vida diaria; es por esto, que la
búsqueda filosófica gira en torno a la contextualización, comprensión, análisis
y síntesis de los diferentes tratados o pensamientos filosóficos del pasado que
pueden y deben ser capitalizados en el presente para entenderlo y vivirlo
mejor.
Pero no sólo como historia de la filosofía, sino como un replanteamiento de la misma vida, usando los métodos de la filosofía para comprender el entorno, la trascendental y a nosotros mismos.
Por lo anterior, para
la preparación de un pensamiento complejo propio del desarrollo argumentativo
del acontecer actual de la filosofía, se hace menester, tomar como referentes
conceptuales y epistemológicos a Edgar Morin filósofo francés que ofrece con
mayor claridad esta necesidad de una pedagogía social que integra no sólo el
manejo conceptual y su aplicación sino la formación del ser humano respetando
sus propios procesos. Así como también el proceder metodológico de la Filosofía para Niños
propuesto por Matthew
Lipman.
Edgar Morin es un pensador
multidisciplinar reconocido también como sociólogo y epistemólogo. Figura como
pionero en los estudios sobre complejidad. En su colosal obra El Método,
sintetiza todos los nuevos desarrollos en teoría de sistemas, teoría de la
información, cibernética, reformulando el método de la complejidad donde se
reúnen las aportaciones de Prigogine, Von Foerster, Henri Atlan, Maturana, Varela
y un largo listado de personajes. Esta obra supone una gran aportación para la Universidad : por su
proyecto transdisciplinar, por su propuesta de la inseparabilidad de los
aspectos físicos/biológicos/sociales de los fenómenos.
Por otra parte, la obra de Edgar Morin
resulta también muy relevante por su interés actual en la reforma del sistema
de enseñanza. Debido al prestigio multidisciplinar de que goza, el gobierno
francés le encargó la reforma del sistema educativo en Francia. Sus propuestas
han quedado plasmadas en libros como La mente bien ordenada, o Los siete
saberes necesarios para la educación del futuro.
Edgar Morin trabaja por un conocimiento
que no mutile, ni tabique las diferentes disciplinas, que respete lo individual
y lo singular, al mismo tiempo que lo inserta en su contexto y su conjunto. En
esa andadura: hace investigaciones en sociología y filosofía (El Espíritu del
Tiempo); se esfuerza por concebir la complejidad antropo-social incluyendo en
ella la dimensión biológica y la dimensión imaginaria (El Hombre y la Muerte,
El Cine o el Hombre Imaginario, El Paradigma Perdido); desde hace más de veinte
años se consagra a la búsqueda de un Método capaz de revelar los desafíos de la
complejidad tanto en la esfera del conocimiento científico, cuanto en las
esferas social, política, humana; sin olvidar las interacciones entre ambas
esferas, pero sobre todo la incidencia que ha tenido el pensar filosófico, que
ha sido capaz de permear todas las esferas del conocer (El Método, volúmenes
I,II,III, IV, Ciencia con Consciencia, Introducción al Pensamiento Complejo);
se ve manifiesto así la reforma del pensamiento y la enseñanza (Los siete
saberes necesarios a la educación del futuro, La cabeza bien ordenada);
haciendo emerger al sujeto/autor en diversas obras autobiográficas
(Autocrítica, Diario de California etc.).
En cuanto tal, bien merece el título de
“funcionario de la humanidad” como lo denominó Husserl. La
propuesta metodológica de Morín está direccionada a que la reflexión crítica y sistemática
no solo tenga por objeto expresar a nivel conceptual el mundo vivido, sino
también el proyectar modelos operativos que posibiliten la transformación de la
realidad.
Para llevar a cabo los lineamientos
epistemológicos propuestos por Morín y contextualizarlos en el acontecer
escolar, se hace menester, la inclusión del proceder pedagógico que propone
Mathew Lipman desde su filosofía para niños debido a que esta propuesta
educativa brinda a los niños instrumentos adecuados en el momento en que
comienzan a interrogarse acerca del mundo y de su inserción en él. Es un
programa sistemático y progresivo especialmente diseñado para niños y
adolescentes desde los 3 hasta los 18 años.
El programa Filosofía para Niños posibilita un aprendizaje significativo,
estimulando la reflexión y ayudando al cuestionamiento y replanteamiento de
todos aquellos temas y asuntos que pueden preocupar o tener interés para los
muchachos y muchachas, según su edad, situación y contexto. Para ello, considera
que el método adecuado es el diálogo realizado en una comunidad que busca,
trabaja e investiga conjuntamente. Pretende, pues, mediante el desarrollo de
habilidades cognitivas, emotivas y sociales, que aprendan a pensar de modo
crítico y creativo, que es la única manera de preparar ciudadanos en una
democracia. Lo cual, sin duda conlleva un modo de entender la educación, una
manera de trabajar y una disposición y preparación del profesorado.
A partir de temas tradicionales de la
historia de la Filosofía y, mediante un conjunto de pautas metodológicas,
cuidadosamente planificadas y experimentadas, que rescatan la curiosidad y el asombro de los niños y las
niñas, se propone estimular y desarrollar el pensamiento complejo (high
order thinking) del otro en el seno de una comunidad de indagación. En esta
comunidad, en la que sus miembros trabajan para ser capaces de entender el
punto de vista de los demás y se esfuerzan solidariamente por descubrir el
sentido del mundo y de la sociedad en la que viven es donde se lleva a cabo el
programa. Se describe brevemente, cual es el papel de la filosofía en el
hombre, en la sociedad y en el entorno, además se vislumbra la confrontación de
este nuevo estilo que se llama pedagogía social, que es una de las propuestas Morín,
este sistema que busca soportar el pensamiento complejo marca una nueva forma
de educación donde estudiante y profesor interactúan convirtiéndose este en un
orientador del desarrollo de su pensamiento y un lector del contexto de los
niños para descubrir sus intereses.
Finalmente, podríamos
decir que lo que pretende hacer el programa de Filosofía para Niños junto con
los lineamientos epistemológicos de Morín es posibilitar un aprendizaje
significativo, estimulando la reflexión y ayudando al cuestionamiento y
replanteamiento de todos aquellos temas y asuntos que pueden preocupar o tener
interés para los muchachos y muchachas, según su edad, situación y contexto.
Para ello, considera que el
método adecuado es el diálogo realizado en una comunidad que busca, trabaja e
investiga conjuntamente. Pretende, pues, mediante el desarrollo de
habilidades cognitivas, emotivas y sociales, que aprendan a pensar de modo
crítico y creativo, que es la única manera de preparar ciudadanos en una
democracia. Lo cual, sin duda conlleva un modo de entender la educación, una
manera de trabajar y una disposición y preparación del profesorado.
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